El don de la imaginación

"La imaginación es el principio de la creación. Te imaginas lo que deseas, te lo imaginas y por fin se crea lo que quieres"

-George Bernard Shaw -

La leyenda de Eire

Cuenta una leyenda que había una niña llamada Eire que nació con una gran capacidad para imaginar. De pequeña se imaginaba mundos llenos de colores y amistades. Le gustaba jugar a juegos especialmente ideados por ella misma y arrastraba a sus amigos y compañeros con ella a correr por los bosques, pensando que eran perseguidos por horribles monstruos y malvadas brujas; a soñar con tener animales archivados en un reloj de pulsera que podían sacar para que jugaran entre ellos. La niña se podía pasar horas y horas, tumbada mirando las estrellas e imaginando y soñando como sería su mundo perfecto.

Todo parecía salido de un cuento, era famosa entre sus compañeros de colegio, pero la tragedia tenia que llegar al poco tiempo; sus amigos iban madurando, ellos avanzaban mientras ella se veía arrastrada hacia un mundo diferente alejado de la realidad.Poco a poco la pequeña Eire se encontró sola y abandonada.

En una lucha desesperada por recuperar todo lo que era suyo, transformó su don en mentiras. Cambió los juegos a los que solía jugar por mentiras "maduras" se había besado con aquel chico o aquel otro se le había declarado; siempre personas que sus compañeros no pudieran conocer. No era feliz, aquello no le gustaba pero no quería sentirse sola y cada vez las mentiras se iban haciendo más y más grandes. Mentía a todos a veces solo por gusto, por sentirse incluida en el grupo de los demás. Usaba su don para hacer el mal, cuando podría haber exprimido su imaginación para crear mundos nuevos para aquellos que tan sumidos estaban en la realidad.

Un día sus compañeros descubrieron una de sus mentiras y ella se vio sumida en una terrible oscuridad cuando todos a su alrededor la abandonaron y le dieron la espalda. Intentó hacerse la fuerte, pero en su interior sabía que las cosas no se podrían arreglar de nuevo. Se prometió a si misma cambiar cuando empezara a conocer a nuevas personas, a dejar de lado el mundo que había en su interior.

Al principio le costaba mucho dejar en blanco esa parte de su mente, y aunque creyera que lo conseguía era imposible parar aquella explosión de ideas y castillos en el aire. Llegó a pensar que por fin desaparecería de su mente si sencillamente lo ignoraba, pero en las horas vacías se encontraba con un libro entre las manos o con un bolígrafo en los dedos y una libreta en sus rodillas. Intentó rechazarse a si misma y buscar en su interior otra persona, que pudiera ocupar el lugar de aquella que solo quería escribir y leer, esconderse de la realidad.

Su lucha interior no acabo hasta que no encontró unas personas que la animaron a ser ella misma, hasta que por fin se topo con aquellas personas que entendían como era ser así, como era poder quedarse horas, sola en el silencio viviendo vidas que parecían sueños, sintiendo todo a lo que ellos les pasaba; creando personajes, con una parte de ella misma, escribiendo sobre ellos e incluso llorando al sentir lo que ellos sentían. Fue entonces cuando acepto su don, quizás Eire nunca llegara a ser conocida mundial mente, quizás no tuviera éxito; pero eso a ella no le importa, para ella lo que realmente importar es por fin poder dar rienda suelta a todos sus pensamientos, a transformar su don en algo palpable que llegue a las personas que quieran llegar hasta ello, para conocerla mejor a ella y llevarse un trocito de Eire en sus corazones.